La mamoplastia de aumento o aumento mamario es una cirugía que tiene como finalidad incrementar el tamaño de las mamas, atendiendo a la forma y naturalidad del pecho femenino.
Esta se trata de la operación de cirugía estética más demandada en España (y también en el resto del mundo) siendo una intervención totalmente contrastada y que ayuda cada año a multitud de pacientes a sentirse más cómodas y seguras de su cuerpo.
A la hora de corregir el reducido tamaño de las mamas, buscando la proporción perfecta con el torso y las caderas, la mastopexia de aumento permite utilizar dos vías:
1. Prótesis de mama que se ajusten perfectamente al pecho de la paciente.
2. La propia grasa de la paciente (lipofilling) que nos permite rellenar la mama y aumentar su tamaño.
Según las necesidades de cada mujer se valora en consulta qué método será más adecuado para el objetivo deseado y se acuerda entre paciente y doctora el tamaño a colocar y la forma final que tendrá el pecho operado.
¿Cuál es el paciente ideal para la cirugía?
Realmente cualquier paciente puede ser susceptible de someterse a una cirugía de aumento, siempre y cuando este aumento vaya acorde a su estructura corporal y figura, permitiendo por tanto que no vaya a afectar negativamente en la vida de la mujer. Tenemos el ejemplo de problemas de espalda, hombros o cuello por un excesivo tamaño mamario, lo cual siempre se debe de evitar.
Por otro lado, es importante que la paciente que se va a someter a la cirugía sea perfectamente consciente de las implicaciones del procedimiento y del cambio que va a tener en su propio cuerpo. Es por ello que esta intervención, salvo por motivos excepcionales, no está recomendada para mujeres menores de edad.
Si bien la gran mayoría de mujeres son susceptibles de someterse a una mamoplastia de aumento, hay dos grandes grupos que son los más característicos a la hora de acudir a consulta en su busca:
El desarrollo mamario o tamaño de la mama es una parte muy importante en la estética de toda mujer siendo más pronunciado en edades jóvenes. Además, existen pacientes que vienen a consulta por problemas o trastornos en el pecho (mamas tuberosas, asimetrías..) que sienten una gran inseguridad con esta parte de su cuerpo y buscan un cambio duradero y definitivo.
Generalmente las mujeres ya más adultas y que han sufrido uno o varios embarazos pueden sentir que su pecho se encuentra algo deteriorado y caído. Si bien la maternidad es un bello proceso, también puede tener consecuencias en las mamas por el cambio de tamaño que se porduce en este periodo, así como por la lactancia.
Muchas mujeres acuden a consulta para mejorar este desgaste que ha ido sufriendo su pecho y a mejorar su tamaño para sentirse más agusto y cómodas con ellas mismas.
¿Cómo comienza todo el proceso?
En la consulta, la doctora realiza un examen mamario, valora la forma y tamaño del pecho y torax, y explica a la paciente las técnicas quirúrgicas y prótesis más adecuadas a su caso concreto. La paciente podrá ver cómo quedará su pecho mediante una prueba de volumen con unos simuladores (prótesis de simulación) que permiten valorar el aspecto que tendrá el aumento con la paciente vestida. Posteriormente se realiza una simulación digital 3D. La Doctora Urcelay utiliza prótesis de última generación de gel altamente cohesivo que poseen garantía de por vida y cumplen todos los permisos de la sociedad americana para el control de medicamentos (FDA) y de la CE.
Es fundamental en la consulta preoperatoria llegar a un entendimiento entre los deseos de la paciente y los consejos de la Doctora Urcelay con respecto al tipo de implante (anatómico o redondo), tamaño (diferentes proyecciones) y localización (submuscular, subfascial o subglandular) teniendo como objetivo conseguir un resultado armonioso y adaptado a la fisionomía de la paciente. Todas las opciones sugeridas por la doctora podrán ser valoradas por la paciente con los diferentes tipos de simulación.
¿En qué consiste?
Entre 1 y 2 horas
General
1 noche
2-3 semanas
La mamoplastia de aumento dura entre una y dos horas aproximadamente y se realiza con anestesia general previo a un estudio preanestésico para garantizar que no exista ninguna contraindicación médica y para mejorar la seguridad del paciente.
En la intervención realizamos una incisión en el surco submamario (en la semicircunferencia inferior de la arelo) para que la cicatriz tras la cirugía esté lo más disimulada posible y sea fácilmente tapable con un bikini o sujetador. Posteriormente, tras realizar la incisión creamos el bolsillo donde introduciremos la prótesis. Este bolsillo se puede realizar debajo del músculo pectoral mayor (colocación subpectoral), debajo de la fina estructura que recubre el músculo, llamada fascia (colocación subfascial) o bien en un plano existente detrás de la glándula mamaria(colocación subglandular).
La elección de en cual de las tres vías posibles realizaremos el bolsillo dependerá de las necesidades de cada paciente, pues cada una de ellas tienen su ventajas y sus desventajas. Si bien la opción que siempre intentamos desarrollar en consulta es la colocación subpectoral, ya que es la que mayor protección otorga a la prótesis, la que aporta un resultado más natural y la que disminuye la incidencia de una contractura capsular.
Por último, introducimos definitivamente la prótesis de mama elegida entre la paciente y la doctora y se cierra la incisión mediante sutura para terminar totalmente con el proceso y pasar a la recuperación postoperatoria.
¿Qué esperar?
Los efectos de la intervención se notan inmediatamente después de la operación, aunque existe una ligera inflamación durante 2-3 semanas. Las suturas se retiran a los 10 días y las cicatrices tienden a desvanecerse pasado un año de la cirugía. La Doctora Urcelay colocará las incisiones de manera que queden lo más ocultas posible (se habrá acordado previamente la localización de la incisión con la paciente). Tras la retirada de puntos se llevará a cabo un tratamiento de la cicatriz para conseguir que sea prácticamente imperceptible. La operación de aumento mamario no limitará la capacidad de los controles mamográficos de detectar cualquier patología mamaria, la paciente deberá seguir los controles convenientes para su grupo de edad.
Mejora la comodidad y resultados de tu cirugía estética
La fase de recuperación después de someterse a una cirugía juega un papel crucial en la consecución de resultados óptimos.
En la Clínica de la Dra. Urcelay, contamos con una serie de terapias postoperatorias diseñadas para potenciar este proceso y maximizar los beneficios de tus tratamientos al máximo. Nos esforzamos para que tu período de recuperación sea más fluido y menos molesto, asegurando así que alcances los resultados deseados con mayor eficacia.
Casos reales
Aumento de pecho (Caso 1)
Aumento de pecho (Caso 2)
Aumento de pecho (Caso 3)
Resolvemos todas tus dudas
Existen tres tipos de prótesis de mama para un posible aumento de pecho: prótesis anatómicas, ergonómicas o redondas.
Las prótesis anatómicas son aquellas que aportan mayor naturalidad a la mama. Esto se debe a que tienen forma de gota, lo cual las hacen asemejarse más a la forma del pecho femenino. Sin embargo, son prótesis que demandan una colocación más ajustada y precisa, ya que si se provocara el moviemiento de la prótesis dentro de la mama, sería visible y perceptible fácilmente y habría que solucionarlo médicamente.
Las prótesis redondas son las más tradicionalmente utilizadas y puestas en todo el mundo. Su característica principal es que, a diferencia de las anatómicas, su forma es completamente redonda. Lo cual permite que si existe alguna rotación del implante dentro de la mama no exista ningún problema, ya que su forma es idéntica por todos sus lados. Sin embargo, como consecuencia también de su forma, no consiguen un acabado tan natural tras la cirugía.
Otras ventajas de las prótesis redondas es que son más fáciles de introducir y permiten mínimas incisiones y cicatrices, lo que facilita la recuperación y el posoperatorio; y que son cómodas, ligeras y fáciles de llevar por la peciente.
Por último tenemos a las prótesis ergonómicas. Estas son de forma redonda, rellena de gel cohesivo de silicona que se adapta al movimiento de la persona que lo lleva, resultando un pecho totalmente dinámico y que cambia de forma, según la mujer está de pie o en posición horizontal.
La intervención y el posoperatorio es muy similar al que se afronta cuando se elige un implante redondo y son blandas y agradables al tacto. Lo que permite las mismas ventajas en este sentido.
Son implantes muy cómodos de llevar, ya que se mueven y adaptan a la ergonomía de la paciente, y no tienen ningún riesgo o problema por su rotación dentro de la mama. Sin embargo, la única pega que tienen es que pueden ser más proclives al efecto rippling o a arrugarse, lo cual hacen desaconsejarlas en mujeres muy delgadas.
En nuestra clínica damos este tipo de garantía gracias a lo beneficios que aportan los fabricantes. Cuando hablamos de garantizar las prótesis no hablamos de que los implantes no se puedan romper, sino que, en caso de que ocurriese una rotura, existiría el compromiso de sustitución por otros implantes iguales o de similares características.
Por tanto no confundir «garantía de por vida» con una promesa de prótesis indefinidas sin ningún riesgo de rotura. Esto último, no se podría garantizar en ningún sentido.
Un mito muy extendido es que las prótesis de mama son para toda la vida, pero lo cierto es que, como elemento externo que introducimos en el cuerpo, tienen una duración limitada.
Como profesionales médicos no podemos establecer una cifra exacta para definir la duración, pues depende de muchos factores que afecten a su desgaste, como por ejemplo el estilo de vida de la paciente. Si hablamos de probabilidad, es posible que la prótesis deba cambiarse a los 10 años de implantación, ya que existe un mayor riesgo de rotura. Sin embargo, hay prótesis que pueden llegar a durar 15 o 20 años sin problemas o incluso muchos más. Como hemos dicho, depende mucho de la casuística de cada mujer.
En este sentido no hay nada de lo que preocuparse. Una mujer que tenga implantadas una prótesis de mama, puede quedarse embarazada y llevar a término su gestación y parto, sin problemas. También puede, incluso, dar de mamar al bebe, ya que la lactancia no se ve afectada por las prótesis, que se encuentran por detrás de la glándula mamaria.