Las mamas tuberosas o también conocidas como mamas tubulares son una rara condición física según la cual los pechos femeninos adquieren una «forma de tubo» en vez de la clásica forma redondeada que conocemos normalmente. Además, se caracterizan generalmente por un defecto de desarrollo en el polo inferior de la mama y una distancia mayor o mayor separación entre los pechos femeninos.
Se trata de una de las anomalías más comunes entre las mujeres, lo cual conlleva a un gran número de jóvenes que vienen a consulta para buscar el tratamiento acorde para poder poner fin a esta forma anómala aparecida desde la adolescencia.
Para conocer si disponemos o no de las conocidas como mamas tuberosas debemos conocer las características principales de los senos que adquieren esta forma:
No obstante, es importante añadir, que para estar completamente seguros de que existe esta anomalía es necesario contactar con un especialista médico que nos realice una exploración y diagnóstico.
¿Cuál es el paciente ideal para la cirugía?
Como hemos descrito anteriormente las mamas tuberosas tienen unas características muy concretas que determinan las personas que pueden o no pueden necesitar de la cirugía encaminada a su solución. No hay distinción de edad o procedencia, toda paciente que sufra de de mamas tuberosas puede ser una candidata a la cirugía para su corrección.
La cirugía de mamas tuberosas permite una mejora muy significativa de la apariencia y estética de las mamas, y además sostenida en el tiempo. Es por ello que la intervención quirúrgica es un medio buscado por muchas mujeres que padecen este problema y desean un cambio a su situación actual.
¿Cómo comienza todo el proceso?
En la primera consulta, la Dra. Urcelay realiza un examen mamario a la paciente y valora el grado de tuberosidad de la misma (existen tres grados diferentes que determinan la gravedad), así como el tamaño, forma y posición del pecho y las areolas.
Posteriormente, como en todos los tratamientos en la clínica, la doctora explicará a la paciente la técnica quirúrgica más adecuada en su caso particular, el resultado esperado tras la cirugía y los beneficios e inconvenientes posibles tras la intervención.
En nuestra clínica siempre queremos tratar al paciente con la máxima atención posible y con toda la información en su mano para una correcta adecuación a sus necesidades.
¿En qué consiste?
Entre 1 y 2 horas
General
1 noche
2-3 semanas
La corrección de mamas tuberosas se realiza bajo anestesia general, pudiendo ser necesario que la paciente permanezca ingresada durante 24 horas después de la operación. La intervención dura entre 1 y 2 horas.
La operación a realizar puede diferir bastante según la paciente tratada, no obstante siempre tiene una serie de objetivos en común:
-Reconstrucción del surco mamario y descenso del mismo
-Rellenar adecuadamente el polo inferior de la mama con prótesis o grasa de la propia paciente
-Disminuir el tamaño de las areolas
-Mejorar la forma de tubo de la mama mediante incisiones en la glándula mamaria para expandirla.
¿Qué esperar?
La paciente deberá llevar una vida tranquila, sin esfuerzos físicos, durante el primer mes tras la operación. Será necesario llevar una sujetador postoperatorio durante las primeras semanas tras la intervención y existirán ciertas molestias postoperatorias (principlamente la primera semana)
Es muy conveniente que se incorpore a su actividad normal lo antes posible. Las únicas limitaciones que tendrá durante algún tiempo serán las de cargar peso, realizar actividades deportivas y los baños de inmersión.
Si bien el cambio de forma de las mamas será perceptible rápidamente (en el postoperatorio inmediato), será necesario un tiempo de espera para poder ver los resultados finales (4-6 semanas después de la intervención).
Una vez pasado todo este proceso la mujer podrá disfrutar de un pecho sin rastro de la malformación previamente visible antes de la intervención y de un resultado disfrutable en el largo plazo.
Casos reales
Corrección de mamas tuberosas (Caso 1)
Corrección de mamas tuberosas (Caso 2)
Corrección de mamas tuberosas (Caso 3)
Resolvemos todas tus dudas
Las mamas tuberosas se deben a la existencia de una alteración genética en el tejido de la glándula mamaria, la cual impide un desarrollo normal de la misma en la época de la adolescencia femenina.
Cuando una paciente sufre de mamas tuberosas, en la unión del pecho al músculo pectoral, se halla un anillo fibroso que evita que el tejido adiposo se distribuya de la forma pertinente. Esto hará que vaya constriñéndose a medida que va aumentando de tamaño y que la grasa vaya desplazándose hacia donde la piel tiene menor resistencia, o sea, hacia el pezón.
Sí, efectivamente dentro de las mamas tuberosas tenemos diferentes grados según la deformidad existente en el pecho femenino. De esta manera encontramos:
Cuando hablamos de mamas tuberosas, hablamos de una anomalía benigna de las mamas, lo cual no puede ser causa de tumores u otros problemas cancerigenos asociados. Las consecuencias principales de sufrir esta alteración son estéticas, lo que sí puede dar luego a problemas de autoetima, complejos o inseguridades y a una falta de confianza a nivel psicológico.
A nivel médico lo más recomendable es esperar a la mayoría de edad de la paciente (18 años). Esto se debe a que, antes de intervenir, siempre debemos estar seguros de que la paciente ya se ha desarrollado por completo a nivel hormonal. De no ser el caso, podríamos intervenir y meses o años posteriores ver cambios sustanciales en la mama producidos por este desarrollo hormonal pendiente.