Lóbulos rasgados
¿Qué entendemos como un lóbulo rasgado?
El lóbulo rasgado es una anomalía o deformidad que se produce en la oreja por el paso del tiempo y por causas como pequeños tirones o por el propio peso de los pendientes. El orificio del lóbulo se “estira”, produciendo un alargamiento inestético, o incluso, en el peor de los casos, la rotura definitiva del lóbulo de la oreja. Situación que impide a muchas mujeres poder utilizar pendientes y que puede afectar también de forma negativa a la armonía del conjunto facial.
Dentro de la afección de lóbulos rasgados podemos encontrar una diversidad de grados de gravedad que necesitarán de mayor o menor reparación durante el tratamiento:
Grado leve. El orificio del pendiente está alargado pero conservado. Se puede disumular con pendientes que queden bien sujetos, que no pesen mucho.
Grado moderado. Existe un rasgamiento más avanzado, que se acerca al borde del lóbulo.
Grado grave. Son los lóbulos dilatados por los aros dilatadores. Además de un enorme orificio, hay un excedente de piel, que se ha dilatado. El borde libre del lóbulo está conservado. Precisa de técnicas reparadores un poco más complejas.
Grado más grave (lóbulo bífido). Es un desgarro total del lóbulo, que se ha roto y separado en dos partes.
¿Cómo se puede reparar un lóbulo rasgado?
La solución para el lóbulo rasgado es fundamentalmente quirúrgica. Si bien no hay nada que temer, pues se trata de una operación muy sencilla, que permite excelentes resultados independientemente de la gravedad de la lesión producida y con un precio asequible.
¿Cuál es el paciente ideal para la cirugía?
Esta cirugía está recomendada para...
Esta cirugía está principalmente dirigida a un tipo muy concreto de dolencia y de paciente:
Mujer u hombre que padece de una lesión o rasgado del lóbulo de la oreja
Cualquier paciente, independientemente del sexo o la edad, que padece de un daño leve o más agravado del lóbulo de la oreja puede ser susceptible de este tratamiento médico. Lo único necesario será acudir a consulta médica y contar al cirujano o médico la intención de reparar esta zona de la oreja.
¿Cómo comienza todo el proceso?
La primera consulta
En este primera consulta, la Doctora Urcelay, examina y analiza detenidamente el lóbulo del paciente y el estado del orificio donde se coloca el pendiente, o en su caso la herida producida.
Una vez realizado dicho análisis médico, en caso de necesitarse cirugía, se establece la técnica quirúrgica a realizar, se explican todos los detalles de la operación y se responde a todas las preguntas para mayor tranquilidad y comprensión.
Tras realizar esta consulta ya no será necesaria más información y estaremos listos para establecer la cita para la cirugía.
¿En qué consiste?
La cirugía de lóbulos rasgados
- Duración
Entre 30 y 60 minutos
- Anestesia
Local
- Hospitalización
No es necesaria
- Recuperación
10 días
El lóbulo rasgado se corrige con anestesia local y el procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de si la intervención es necesaria en una o las dos orejas.
En este procedimiento quirúrgico se procede a quitar la piel del interior del agujero o del desgarro para posteriormente suturarlo tanto por la parte anterior como por la posterior, permitiendo una correcta cicatrización. La técnica pues consiste en refrescar los bordes de la herida y en volver a cerrarla.
Una vez realizado el proceso de intervención no será necesaria la hospitalización y el paciente podrá volver a casa el mismo día.
¿Qué esperar?
El postoperatorio de lóbulos rasgados
Podrá hacerse vida normal de manera inmediata, el postoperatorio no es muy complejo ni doloroso por lo que no impedirá las labores cotidianas de la persona intervenida.
Los puntos derivados de la cirugía se retiran a los 10 días de la operación y, ya a partir del primer mes, se puede realizar de nuevo un orificio en la oreja para un pendiente.
Casos reales
Antes y después de la cirugía de lóbulos rasgados
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Preguntas frecuentes lóbulos rasgados
La cicatriz será recta y del tamaño del desgarramiento inicial (no será necesaria generalmente una incisión mayor). Con el tiempo se diluirá y quedará casi imperceptible, y, si decidimos ponernos de nuevo pendientes, además oculta por los mismos.
Sí, será posible volver a usar pendiente en la misma zona intervenida pero deberemos esperar un tiempo prudencial de al menos 1 mes para estar seguros de que la incisión ha sanado correctamente y de que no habrán nuevos descolgamientos en el corto y medio plazo.