La blefaroplastia o cirugía de los párpados es una intervención que tiene como finalidad eliminar y corregir el exceso de piel de los párpados. Gracias a ella, podemos rejuvenecer la mirada, hacer frente a la conocida como «mirada cansada» y eliminar las antiestéticas bolsas que se ocasionan en los párpados por el exceso de piel y grasa.
Se trata de una intervención muy segura, con grandes resultados estéticos y que permite su acción con una pequeña incisión o cicatriz que posteriormente será imperceptible. Una operación cada vez más demandada por la buena apariencia conseguida y las características mínimamente invasivas en todo su proceso.
Blefaroplastia inferior, superior y completa
Podemos distinguir diferentes tipos de blefaroplastia en función de la principal zona afectada en los ojos: superior, inferior y completa.
Como su propio nombre indica es la blefaroplastia que se realiza en la zona del párpado superior. Esta intervención ayuda a eliminar la excesiva acumulación de la piel y la laxitud de la misma en la zona, que generalmente son las responsables de una mayor sensación de cansancio visual y una importante sensación de pesadez en el paciente. Afecciones o síntomas que mejoran inmediatamente después de la operación.
Este tipo de blefaroplastia esta principalmente encaminada a corregir las bolsas de grasa y la laxitud del párpado inferior (bolsas y ojeras).
La técnica a realizar dependerá mucho del caso particular del paciente, siendo necesario adaptarnos a sus necesidades estéticas y a la situación visible en la zona afectada.
Supone la combinación de ambas técnicas: blefaroplastia superior y blefaroplastia inferior. De tal forma que, gracias a esta cirugía, tratamos las imperfecciones del ojo a través de la eliminación del exceso de piel y grasa en ambos párpados, superiores e inferiores.
Conseguimos un rejuvenecimiento completo de la mirada, una mayor amplitud visual y unos ojos más grandes a nivel estético.
¿Cuál es el paciente ideal para la cirugía?
A partir de una cierta edad los signos del envejecimiento comienzan a afectar a la mirada, pudiendo incluso generar un aspecto más adulto del que realmente se tiene. La blefaroplastia es una intervención muy versátil que puede ayudar a un gran número de personas que quieren mejorar ese escenario o incluso arreglar ciertos problemas de visión existentes por el exceso de piel en los párpados.
Generalmente a partir de los 35 años es cuando comienzan a hacerse visibles los primeros signos de la edad en la mirada; aunque, si bien puede que en algunos casos estos signos sean algo más prematuros y se busque una solución estética antes de esta edad.
En cualquiera de ambos escenarios la blefaroplastia es un procedimiento indicado y posible con excelentes resultados esperables.
La blefaroplastia se puede realizar únicamente por motivos estéticos, pero a su vez también por motivos funcionales. Aparte del aspecto envejecido, una flacidez importante de la piel alrededor de los ojos puede reducir la visión lateral (visión periférica), especialmente en las partes superior y externa del campo visual. Provocando un empeoramiento de la calidad de vida del paciente.
Gracias a la blefaroplastia podremos corregir ese exceso de piel y ayudar a recuperar esta visión lateral, además de, por supuesto, mejorar la estética de los párpados.
¿Cómo comienza todo el proceso?
En una primera consulta la Doctora Urcelay evalúa el estado de los párpados inferiores y superiores, la visión y la producción de lágrimas del paciente. Posteriormente, se le realizan diferentes fotos, en diferentes posiciones, que serán de gran utilidad para poder visualizar mejor los excesos grasos.
La persona interesada por la cirugía o el nuevo cambio estético explica la doctora sus deseos mediante un espejo y la labor médica será plantear las posibles vías para conseguir dicho objetivo e informar al paciente de todo el proceso y los beneficios o pormenores de la cirugía.
Una vez establecidos estos puntos y realizado el análisis correspondiente se determina una cita para la posterior intervención.
¿En qué consiste?
Entre 1 y 2 horas
General y sedación
Horas de observación
2 meses
La intervención dura entre 1 y 2 horas, se realiza con anestesia general y sedación intravenosa, de manera ambulante.
En el párpado superior se elimina la piel sobrante y las bolsas de grasa que le dan aspecto pesado. La cicatriz queda perfectamente camuflada en el pliegue del párpado resultando imperceptible.
En el párpado inferior se eliminan las bolsas de grasa a través de un abordaje transconjuntival (por dentro del ojo y sin cicatriz). De esta manera se evita la manipulación del músculo orbicular y la posibilidad de complicaciones de “ojo redondo”. En caso de que precise eliminación de piel, esta se extirpa a nivel de las pestañas quedando así enmascarada la cicatriz.
En otras ocasiones el paciente presenta “ojeras” o hundimiento del ojo. En este caso el tratamiento consiste en recolocar la grasa ocular, en lugar de extirparla.
¿Qué esperar?
El paciente tendrá que permanecer en observación durante las horas posteriores a la cirugía, siendo poco frecuente la necesidad de ingreso hospitalario.
La Doctora Urcelay utiliza Hiloterapia, un novedoso tratamiento térmico que favorece la recuperación del daño tisular. Esta técnica facilita la circulación de oxígeno y nutrientes en la zona afectada, alivia el dolor y reduce la necesidad de medicación analgésica, consiguiéndose así una rehabilitación cómoda y confortable.
Deberá también aplicarse unas gotas y crema ocular para evitar la infección y sensación de irritación ocular.
Pasada una semana de la intervención el paciente podrá volver a hacer vida normal.
El resultado final se vuelve estable a los dos meses después de la cirugía, cuando desaparece totalmente la inflamación. Las cicatrices tienen un aspecto rosado durante los primeros meses, pero van desapareciendo hasta ser casi invisibles.
Casos reales
Blefaroplastia (Caso 1)
Blefaroplastia (Caso 2)
Blefaroplastia (Caso 3)
Resolvemos todas tus dudas
La blefaroplastia no afecta a los típicos problemas de visión que conocemos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo… No obstante, sí que puede ayudar, como antes hemos mencionado, a reducir los problemas de visión lateral o periférica en personas que presentan un exceso de piel en el párpado, especialmente en las partes superior y externa del campo visual.
Poco después de la intervención las cicatrices se presentarán algo enrojecidas, pero, a medida que se vaya completando su maduración, este enrojecimiento disminuirá y las cicatrices irán tomando el color natural de la piel además de mejorar su aspecto. Tras unos meses, las cicatrices, serán prácticamente imperceptibles y no serán objeto de preocupación para el paciente.
La blefaroplastia es una técnica que permite unos grandes resultados estéticos, pero a su vez necesita de unas manos profesionales muy expertas. En esta operación quitamos parte de la piel y grasa sobrantes para rejuvenecer la mirada, pero todo ello con sumo cuidado y atención. Si extrajéramos demasiada cantidad de piel o grasa en la intervención podríamos generar el efecto contrario (envejecer la mirada), por lo cual es necesario extraer la cantidad justa y solo una vez, pues una segunda operación podría ser contraproducente.
En el futuro podremos hacer pequeños retoque estéticos si así lo deseamos pero, como comentamos, nada cercano a la cirugía principal de blefaroplastia.